Cada vez que hemos elaborado fanzines o realizado proyectos expositivos, estos han venido de la mano de una presentación.
Para nosotras, las presentaciones implican una parte muy importante de lo que hacemos.
Es el momento de dar a luz a aquello en lo que llevamos trabajando tiempo.
Es un momento de compartir, de encontrarse.
Un punto de encuentro en el que intentamos generar una vivencia que vaya más allá. Por eso cuidamos cada detalle con mucho cariño, porque queremos que el amor que ponemos en todo nuestro proceso creativo se proyecte de algún modo en las presentaciones.
Preparamos comida y bebida que sea acorde al concepto de aquello que estemos presentando, utilizando productos locales y de temporada. Un obsequio para los asistentes que se han tomado la molestia de venir a ver en lo que andamos para celebrarlo.
En ocasiones hemos querido que otros creadores nos acompañen para que se genere una puesta en común de cultura y arte. Hemos contado con la presencia de música acústica en directo, recitales de poesía… Una especie de ritual necesario cada vez que un proyecto sale a la luz.
Otro de los elementos indispensables en nuestras presentaciones son los espacios donde las llevamos a cabo.
Solemos buscar lugares que estén en nuestra misma sintonía, espacios amigos que tengan ganas de ver cómo crece este proyecto y quieran formar parte activa de él. Espacios que abrazan y dan calor a proyectos que quieren ser abrazados y buscan corazones donde cobijarse.
